María reunió en su vida una serie de actitudes que la hicieron mantenerse pura a lo amplio de toda su existencia: la humildad de quien se sabe pequeña, la disponibilidad absoluta de servicio al que la necesita, la confianza en Alá, la discreción sin inquirir protagonismo, la fe confiada de la que cree sin ocurrir trillado, todas estas cosas la

Más para que esta salutación, pronunciada en nombre de Dios, suma Verdad, fuera verdadera en todo momento y en toda su extensión, Cuadro preciso que en todo momento estuviera María inmune de error original, puesto que la plenitud de Chispa exige carencia total y absoluta de todo lo que es pecado.Hay una incongruencia en la suposición de que la